Uno comprende que es amar, no en el momento que encuentre a la mujer perfecta, sino cuando descubre la perfección de una mujer imperfecta.
—
Una hora para conocerte, una noche para enamorarme y toda la vida para olvidarte.
—
Si tu fueses el mar y yo una roca, rezaría para que suba la marea y poder besar tu boca.
—
No sé por qué te quiero, solo sé que sin tu amor yo muero.
—
Solo hizo falta una sonrisa para que mi corazón fuese entregado, y ahora este es el sentimiento que me está matando.
—
Me gusta el mar y la brisa, pero más aún me gusta tu sonrisa.
—
Mi sueño es que seas lo último que miro al acostarme, y lo primero que veo al levantarme.
—
Si quisiera regalarte algo, te regalaría un espejo, pues no conozco nada más bonito que tu reflejo.
—
Si querer es un delito, un delincuente seré, y aunque cumpla mi condena, siempre te amaré.
—
En casa de la A, me senté con la M quien me comentó que la O era novia de la R.
—
Un noche tuve un sueño en el que sentí que te había perdido, pero al despertar descubrí aliviado que seguías conmigo.
—
No se puede ocultar el amor a los ojos de tu corazón.
—
El amor se reconoce por lo que ofrece, no por lo que parece.
—
En cada amanecer espero verte, y en cada noche poder soñarte.
—
Te has convertido en todo mi pensamiento, me gustaría que disfrutases este dulce sentimiento.
—
El paraíso perdió un ángel, pero un milagro ocurrió, pues ese bello ángel, me lo he encontrado yo.
—
Si a veces perdemos lo más querido, no quiero perderte a ti, pues sería lo más terrible que he sufrido.
—
Mi sueño es tenerte y mi deseo no perderte.
—
Tu madre ha de ser pastelera, porque un dulce como tú no lo puede fabricar cualquiera.
—
Es posible que para el mundo seas uno más, pero para mi eres todo y más.