Frases de amor hacia un hijo


Por el camino pasarán muchas cosas. Algunas buenas, otras malas, algunas que querríamos olvidar, cosas que no querríamos haber dicho o hecho. Pero al final sólo cuenta una cosa: que siempre serás mi hijo.

No me voy a llevar a la tumba el trabajo, ni el dinero, ni el coche ni la casa. Al final, lo que va a quedar y de lo que me siento más orgulloso es de haberte criado a ti.

El amor que los padres y las madres sentimos por nuestros hijos es indeleble. No importará lo que pase, no importará lo mal que vayan las cosas o los problemas que haya. Si con alguien puedes contar en toda circunstancia, es con tus padres, que nunca te fallarán y siempre te querrán.

Desde el día que te vi nacer me di cuenta de que acababa de llegar al mundo una personita a la que me iba a dedicar en cuerpo y alma y a la que iba a querer por encima de cualquier cosa. Y así ha sido, y no me he arrepentido un solo instante.

Puedes decir que te he dado mucho, y he hecho lo que he podido, educándote, cuidándote y ayudándote en lo que pude. Pero tú me has dado mucho más: desde que eras un bebé, una sonrisa y un beso tuyo han conseguido animarme y motivarme en esta vida.

Si nunca te hubiera tenido, creo que me faltaría algo. Tenerte y verte crecer ha sido lo mejor por lo que he pasado en esta vida.

Cada vez que te miro a los ojos, me veo en parte a mí, en parte al reflejo de lo mejor que tengo. Tú, tu presencia, me hizo cambiar para mejor, y todo lo que pueda amarte es poco. No podría estar más orgulloso de ti, hijo mío.

Querría haber sido perfecto, no para que me vieses mejor, sino para no haber cometido algunos errores e injusticias. Todo lo que pudiste haber hecho mal te lo perdono: espero que me perdones tú también a mí, porque en el fondo, tú eres mi hijo y te quiero.

This entry was posted in Amor. Bookmark the permalink.