Frases de amor y reflexion


He tardado muchos años en comprender qué era el amor. Primero, pensaba que la persona que encontraría me completaría, que sería una forma de llenar lo que pensaba que me faltaba. Luego, pensé que sería alguien que se entregaría completamente a mí. Más tarde aún, pasé a creer que el amor nacería cuando yo fuese lo suficientemente exitoso como para valer la pena. No fue hasta mucho tiempo después cuando me di cuenta de que todo era mucho más sencillo que eso: para amar, tenía que dejar de mirarme a mí mismo y ver a la otra persona. Entonces se me abrieron los ojos y lloré de felicidad: la mayor maravilla estaba ante mí.

Cuando amas a una persona, cuenta la inmediatez, y, sobre todo, la verdad. No dejes las cosas para mañana, o para un mejor momento que nunca vendrá. Si deseas hacer algo con ella, díselo sin pensar si es lo apropiado al momento. Si quieres decirle algo, exprésalo sin pensar en qué le parecerá, ni en cuál sería la forma mejor de decirlo para agradarle. Dos personas que se aman son una sola mente en dos cuerpos: entre ellas ha de haber sinceridad.

El amor ha sido comparado con la esclavitud. El símil es justo, puesto que el amor parte de entregarse a otra persona, y, hasta cierto punto, atarse a ella y plegarse a sus deseos. Lo que falla en expresar la comparación es en que es siempre un acto de liberdad: ¿Qué mayor muestra de libertad que renunciar a una parte de ella en favor a la persona amada?

El amor entre dos personas es como un niño. Es egoísta en cierta medida, y despreocupado. A veces es caprichoso y en ocasiones puede ser cruel. Luego, crece, madura y comprende. Pero siempre merece la pena.

Hay amores tormentosos. Hay amores en disputa. Hay amores que traen problemas y que crean romances. Pero el amor más profundo es tan manso como el mar en calma: es el amor de aquellos que encuentran su felicidad en los ojos de su pareja, y que no piden nada más.

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