Frases de amor hacia una madre


¿Por qué cuando somos niños reconocemos a nuestra madre a través de su tacto, su sonrisa, a través del olor de su pelo? La respuesta es muy sencilla, porque su esencia envuelta en un alma pura y noble es fácilmente perceptible.

El corazón de una madre es el único que no puede quebrar por nada, el único capaz de mantenerse firme en las peores condiciones, aquel que no se hunde con tal de serle fiel a sus principios, el único incansable y verdadero cuando la vida de un hijo está en juego.

Eres el espejo en el que me miro cada mañana, la figura con la que despierto cada día, en lo primero que pienso cada vez que no he hecho lo correcto, el manto que cubre cada parte de mi cuerpo, eres como un reflejo fiel de mí mismo y es que yo soy el vivo retrato de tí, madre.

Eres tú la responsable de mi sonrisa, solo tú haces que sea capaz de mirar hacia delante sin volver la vista atrás, la persona que más me apoyado en todos estos años y la persona en la que he podido confiar sin miedo a la represalia o la pesadumbre. Eres tú, madre, la única luz verdadera de mi vida.

Dicen que no existe la madre perfecta pues ellas son seres humanos que de igual forma se equivocan, sin embargo, yo pienso que la mía en sus limitaciones como ser humano lo es y es que por algo también dicen que madre solo hay una.

En la vida de cada cual, hay muchas personas que entran y salen, personas a las que tal vez hayamos amado con intensidad pero que junto el transcurso de los años, el fulgor de su llama se ha ido apagando. Eso no sucede contigo madre, el amor más sincero de cuantos hayan pasado por mi lado.

Hoy es el día en el que me he dado cuenta de la importancia de un te quiero, de una sonrisa, de un sutil abrazo, hoy es el día en el que he suspirado de alegría al darme cuenta de que el corazón de una madre es el único órgano inmensurable capaz de perdonarlo todo.

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