Frases de amor verdadero


Amar como un condenado no es algo que se pueda aprender, no es como un curso en el que además de enseñarte buenos modales, puedan inculcarte el valor de querer, pero tampoco es algo innato que se ponga en práctica cuando naces. Respiras cuando naces del vientre de tu madre, conduces una vez te hayan enseñado a hacerlo, amas cuando el amor verdadero le pide a tu corazón sutilmente que lo haga.

El amor verdadero intensifica los sentidos, da rienda suelta a nuestros deseos y despierta en nosotros la ternura y los sentimientos más puros. El amor verdadero es el que da sentido a nuestra vida y a todo el dolor que también rige en ella.

Cada vez que nos enamoramos intensamente, tenemos miedo al fracaso. Es aquí cuando la razón toma un papel prioritario, dejando el corazón al margen. Y nos distanciamos y nos enfriamos, sin saber que el no serle fiel a nuestros sentimientos, pueden acarrear mayores aflicciones.

Cuando te sacrificas de buen grado sin pedir nada a cambio, cuando eres capaz de ver un resquicio de luz incluso en los peores momentos, cuando tu corazón se encuentra jubiloso y en armonía consigo mismo y se dibuja una sonrisa en tu cara sin que te falte en el día a día, enhorabuena, no solo eres una persona feliz sino que has encontrado la mitad de tu alma anhelada.

El amor verdadero es el que nos hace ser mejores personas, independientemente de la persona que nos haya transmitido ese sentimiento. Es el único capaz de mover montañas y el único que puede hacer que el universo gire en torno nuestro. Que el amor sea ciego carece de importancia siempre y cuando nos haga sentir tantas cosas.

Si sientes que te falta algo en tu vida, si notas que tu corazón no rebosa plenitud como debiera, si hasta el momento nadie ha conseguido que hierva la sangre de tus venas, eso significa que aún no ha llamado el amor verdadero a tu puerta.

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