Frases de la realidad cortas


Vive en la realidad, no te alejes del suelo, que a la larga la fantasía se convierte en infierno.

Dragones, sirenas y centauros, en los sueños de los niños todos ellos son bien recibidos.

Ser adulto no significa dejar de soñar, significa saber cuando poner los pies a reposar sobre el suelo de la realidad.

Cuantos más años tengas, más y mejor verás que la realidad, a la ficción, siempre supera.

Soñar es agradable y bonito, ¡pero no paga las facturas del piso!

Conocí a alguien que caminaba siempre con los ojos cerrados, hasta que un día ¡se topó de bruces contra un árbol!

Los cuentos tienen parte de fantasía y parte de realidad, la vida, si la miras a la cara, a menudo te sorprenderá.

Vi un dragón que hablaba, una sirena que caminaba y un ogro sonriente. Luego, desperté y vi tu rostro de bella princesa durmiente.

Fui al bosque y besé una rana, que asco me dio al darme cuenta de que, en ese momento, yo no soñaba.

La realidad es bella, tan bella como puede serlo el Sol acariciando tu rostro y la luna meciendo tus pestañas.

Solo en la realidad el agua sacia la sed, el Sol te llena de energía y tus besos saben a miel.

Me quedaría durmiendo para siempre, luchando con espadas y salvando a princesas encantadas. Sin embargo, ellas jamás serán ni la mitad de suaves que la amada que duerme, junto a mi, en la cama.

Si un día el sueño me rapta y la fantasía me encandila, dame un beso, amado mío, que a la realidad me traiga de nuevo.

Si no estás sueño contigo, pero nada iguala a la realidad de rozar tu cuerpo al estar despierto.

Era un día de tormenta extraño, tan extraño que el cielo era de un naranja que parecía de un cuento sacado.

¿Has visto cómo la piedra rebota en las aguas? Ningún sueño tiene tan buenos efectos especiales.

Dicen que las noches de luna son noches de lobos, huyamos juntos al bosque encantado.

Pepito Grillo vino a la realidad y me explicó que, si yo le veía, es que estaba loco.

Atractivos centauros me vienen a la mente, cada vez que a mi bosque de la infancia una ráfaga de viento acude.

Mitad semental, mitad humano, así me imagino a los hombres de los que me he enamorado.

Si Campanilla existiera le pediría sus polvos de hada para recorrer la galaxia.

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