Vive la vida sin hacer daño a nadie. Es de ley ser libre haciendo lo que uno quiere, pero sin que por ello se deba mancillar a los demás y respetando su espacio vital.
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La mentira no lleva a ningún lado, no así la verdad que ayuda a las personas que más queremos a encontrarse a sí mismos.
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Yo no pido tanto, tan solo una mano que me pueda levantar, un cobijo que me dé calor, una sonrisa que me cause felicidad, un beso que me colme de amor y un abrazo que me indique que no me invade la soledad.
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Muchas veces es mejor callar que hablar, así que si no tienes nada mejor que decir, silénciate por favor.
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Reflexionar no es malo, tan solo es pensar sobre las cosas maravillosas por las que estás dispuesto a luchar. Hazlo sosegadamente y descubrirás todo cuanto tu alma está dispuesta a albergar.
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Solo dos palabras son suficientes para decir lo que siento, todo lo demás sería una pérdida de tiempo y un error absoluto: te quiero.
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Los ojos sirven para ver, los oídos para escuchar, el cerebro para pensar y meditar y el corazón solo sirve para amar. No le des más vueltas y quiere sin más.
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Piénsalo de esta manera: los fracasos son necesarios para proporcionarnos más fuerza y mejorar nuestras acciones, obrando con mayor inteligencia.
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Ya no mires atrás, lo hecho, hecho está, vive el día a día de forma tan intensa como puedas, disfruta del momento y tu vida será todo un acierto.
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Los éxitos vienen y van, al igual que los fracasos, lo que cuenta es la valentía con la que se actúa y el arrojo con el que te enfrentas a la vida.
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No dejes que pase el tiempo impunemente, no esperes algo que está tardando demasiado en llegar, disfruta de todo cuanto tienes y vive el momento ya.
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Siempre que necesites un desahogo, lee poesía. Las mayores hazañas, ilusiones, sensaciones y experiencias están descritas en ella. Aprovecha la locuacidad de sus autores y vive la vida desde otra perspectiva.
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La conciencia es lo único que nos separa de los animales, utilizarla es parte de nuestra sabiduría y genialidad.