Muchas gracias amor mío por todo lo que me das, porque cuando llego a casa encuentro por fin la paz. Muchas gracias amor mío por mostrarme tu cariño, porque cuando vuelvo a casa me siento feliz como un niño.
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No hay palabras suficientes con las que darte las gracias, pues aún no se ha inventado el escritor que las traiga. Por eso yo me limito a tratar de agradecerte todo lo que por mí haces amándote tiernamente.
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Hoy tengo que agradecer a tu padre y a tu madre que te hicieran para mí y me dejaran amarte. Pero sobre todo quiero darte las gracias a ti, por aceptar mi cariño y así hacerme muy feliz.
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Te tengo que agradecer tu amor incondicional, la luz que aportas a mi vida y la alegría que me das. Te quiero decir que te amo un poco más cada día, y espero que este sentimiento lo tengas igual, vida mía.
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Agradecido me siento por lo mucho que me quieres, y por eso yo te digo lo que mi corazón siente: amor, pasión y ternura, tanto que es incontable, y una atracción tan grande que amarte es inevitable.
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Verte dormir a mi lado y sentir que eres mía, es la mejor sensación que puedo tener en la vida. Te quiero agradecer mucho todo el amor que me das, las caricias que me prestas y que me puedas amar. Puede sonar algo cursi, pero eso es lo que siento, lo noto en mi corazón y en mi cabeza lo pienso. Que lo sepa todo el mundo: nunca dejaré de amarte. Solo la muerte podría impedir que quiera besarte.
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Se que lo has pasado mal, pero me tienes contigo, pues nunca podré agradecer lo que conmigo has vivido. Ante los malos momentos te dedico una sonrisa, cuando tú me la das alegras toda mi vida. No importa lo que pasemos, siempre estaremos juntos, y mientras estés conmigo podremos comernos el mundo.
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Mil gracias como mil soles son las que te quiero dar, porque gracias a tu amor he aprendido a apreciar la vida y lo que me rodea, saber que se siente al amar, y poder tener la suerte de que te pueda besar.