Perseverar es triunfar, es saber esperar y los mayores logros alcanzar.
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La perseverancia es una gran virtud que nos permite esperar con paciencia a que se cumpla todo lo que está en nuestra conciencia.
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La perseverancia y la confianza son dos cosas que jamás pueden faltar, para lograr el éxito y todos los deseos hacer realidad.
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La paciencia es saber esperar, todo tarda en llegar y lo mejor se hace esperar.
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Para triunfar es necesario saber esperar, por los deseos luchar y nunca dejar de soñar.
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El tiempo es quien decide que todo llegue en su momento pero nunca debes olvidarte de la perseverancia ya que es la clave para la esperanza.
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Cuando intentamos pero no logramos, probar una vez más nunca está demás.
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Nunca te olvides de tus sueños, de los más profundos anhelos, de aquello que deseas cumplir pero jamás ves venir. Todo tarda en llegar, la clave es saber esperar.
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Nunca te des por vencido antes de haberlo cumplido, tus objetivos deben ser lo más importante en tu vida ya que llegar a ellos con tranquilidad te llevarán a la felicidad.
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Todos en nuestra vida tenemos nuestras propias metas, objetivos y desafíos, sólo hay que saber llegar a ellos de la manera más adecuada sin estar apresurada.
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No importa las veces que falles, intentarlo una vez más siempre es tener una nueva posibilidad de acertar.
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Anhelar aquello que deseamos es luchar y saber esperar para que aquello que deseamos lograr tarde o temprano se haga realidad.
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Si me rindo no me dejes, si me levanto no me esperes, sólo deseo que en el camino de mi vida todo sea alegría, que mis éxitos se puedan lograr sabiendo esperar y siempre perseverar.
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La vida nos da sorpresas solo hay que tener paciencia, en algún momento todo llega generando una nueva espera.
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Perseverancia, esperanza y confianza nunca pueden faltar para los objetivos de la vida llegar a alcanzar.
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Que la espera nunca se transforme en desespera, que la paciencia siempre sea con conciencia sabiendo que en la vida siempre nos da nuestra recompensa.
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En la vida hay que ser constante, pero para ello es necesario ser perseverante. Intentar una vez más y nunca dejarse derrotar.