Frases para madres solteras


Ser madre es más difícil que ser controlador aéreo, más difícil que estar en los mandos de seguridad de una central energética. Pero, a diferencia de todas esas cosas, ser madre es algo que has nacido sabiendo: es algo que está en tu corazón, y éste nunca te engañará.

No te esfuerzas el doble de las demás, te esfuerzas el triple o el cuádruple, porque para una persona sóla hacer el trabajo de dos parece un imposible. Pero tú haces que parezca fácil y has conseguido criar a una personita encantadora, tan bien educada como se pudiera desear y mejor atendida que muchos que tienen los dos padres. Te felicito y te envidio.

Sí, ser una madre soltera es difícil, es una dura prueba y para muchas es el momento más complicado de sus vidas. Pero siempre es mejor que ser madre al lado de una persona que no quiere ser padre.

Tu hija te querrá como a una madre y un padre, y tú lo merecerás.

Pocas personas se enfrentan a algo tan duro y difícil como tú. Pero, cuando veo vuestras miradas y las sonrisas de tu hijo, me doy cuenta de que también pocas personas gozan de tantas recompensas.

Eres una heroína que no saldrá en los periódicos, pero que no deja de serlo. Da igual lo que diga la gente, o lo que piense. Tu hijo, tú, y algunos otros sabemos lo fantástica que eres.

Eres un ejemplo de valentía que nunca ha recibido medallas: porque te has enfrentado a todo, al trabajo, al mundo, a los innumerables problemas del día a día, y todo ello lo has hecho por el amor que nació hacia tu hijo un día, el primer día que lo viste. ¿Quién se ha sacrificado tanto como tú por una mirada de amor?

El mundo no lo mueve el odio, la envidia ni la ambición, como quieren hacernos creer. No, el mundo lo mueve el amor. Cuando pienso en tu historia me doy cuenta de que eres la prueba viviente de ello.

Tantas heroínas sin estatuas en las plazas, sin placas que inmortalicen su nombre en una calle… Cuando uno piensa en todas las madres solteras que lo han dado todo para cuidar a sus hijos, uno recupera la fe en la humanidad.

Una madre tiene dos pensamientos: uno está dirigido a ella, y el otro a su hijo. Prima el segundo.

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