Frases sobre la humildad


La sociedad ha creado bombas, balas y ametralladoras. La sociedad ha vuelto al hombre contra el hombre y al niño contra su sombra de miseria. Los palacios los habitan los bárbaros y, las casas de paja, los niños con mugre en la cara. Si he de apostar por su felicidad, veo al niño de paja jugando en la plaza. Su cara sucia es una sonrisa que el bárbaro de arriba mira con envidia.

Tener más implica tener más espacio para guardarlo, y de tanto espacio que tienes acabas perdiendo lo primero. Adquiere lo necesario, vive con lo justo, sé feliz con lo que eres y no con lo que posees.

El deseo de poseer no es más que la falta de algo interno. El amor, el aprecio, la amistad y los buenos momentos valen más que el más caro de los objetos.

Mi collar más valioso es aquel del oso, el que me regaló mi abuela tras soplar mis diez velas. Mi objeto más caro, aquella pelota deshilachada de tanto como con ella jugamos.

Quise comprarme una alfombra cara, una de seda y oro bordada. La pagué y, de vuelta a casa, no encontré ni una sola estancia donde no dijera “soy para ti demasiado cara”. Lo cierto es que al final la regalé, de tan poco apego que por significado aquella alfombra llegó a tener.

Prueba a vivir un día sin zapatos en los pies. Prueba a pasar unas horas sin televisores en cada estancia. Prueba a vivir con poco y a disfrutarlo mucho, prueba a aceptar la sencillez de lo básico.

¿Quién crees que es más feliz, el caracol o la babosa? El caracol tiene una casa, pero la babosa tiene la libertad de no tener que cargar con nada.

¿Qué día es para ti más feliz? ¿El que se sucede en tu hogar y sin prisas, rodeado de ordenadores, televisores, lujos y delicias; o el que se sucede rápido, bajo el Sol del verano, con amigos, juegos y risas? La clave está en el placer de las cosas sencillas.

Me puse triste el día en que se me rompió el ordenador. Luego, me di cuenta de que, fuera, había otro mundo capaz de atraparte con simples conversaciones entre colegas.

Mis zapatillas sin marca me hacen correr como si fuera, de este deporte, todo un artista. Las de mi amigo, muy caras, se estropeaban si él las usaba. Así que mi amigo se quedó sentado mientras jugábamos al pilla-pilla.

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