Palabras para tu ex novio


Como acostumbran a decir, fue bonito mientras duró, pero el tiempo avanza y, a ti, atrás te dejó.

Ya no te pienso, ya no te sueño. Fuiste un dulce caramelo que, sin embargo, duró lo que debía durar, ni un ápice de más.

¿Sabes? No te guardo rencor. Sé que mientras estuvimos juntos fuimos felices, sé que nos comimos del cuento todas las perdices. Podríamos haber durado más, por supuesto, pero lo más probable es que entonces ahora te odiara por completo.

Me duele verte andar por la calle, erguirte como un gallo en su corral, sentir que te me fuiste justo cuando yo te empezaba a amar.

¿Qué tiene ella de más? No es más alta, no es más guapa, no es más alegre ni va más perfumada. Abandonaste a la rosa por las espinas y al clavel por el lozal.

Desde que dejé de verte soy más feliz. ¿Que si me dolió? ¡Por supuesto! Pero ahora me alegro. Mil hombres vinieron tras de ti a recoger los pedazos del espejo roto y a guardar mis lágrimas en un frasco. Fue un regimiento de soldados el que vino a alzarme entre sus brazos, el que me acarició el suave cuello y me bañó en amores sinceros.

Me marché. Cogí un avión y me marché tan lejos como pude para no ver cómo te pudres. Para no ver cómo te oxidas ante tu pobre vida, ni cómo pierdes tus pasos trasnochados en los adoquines de la ciudad.

Ni los licores más dulces del planeta aliviaron mi anestesia. Me diste el golpe certero de nuestra ruptura y me quedé anclado en la tortura. En la tortura de mi mente, que se cree que ya no es valiente y que no vale la pena caminar.

Ya he encontrado un nuevo novio, quien me aporta dulces sin dolores. Mi nuevo novio son los licores, los amores de una noche, las veladas en la playa sin tener de que preocuparse. Mi nuevo novio son las luces de la ciudad, que me hablan y me dicen: eres libre para disfrutar.

No te dejé por cómo eras, te dejé porque contigo no podía ser quién yo realmente era.

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