Frases de amor libros


Te quiero como Werther a Carlota
y te ofrezco versos como rosas.

Romeo y Julieta se enamoraban en Verona,
pero nosotros lo hicimos en Barcelona,
un lugar y una ciudad sumamente peleona.
¿Te acuerdas todavía de la muñeca pepona
que te regalé que aún se hace la remolona?
Vayamos a Verona y sigamos en Barcelona.

Sant Jordi llega y la rosa me espera.
Te regalaré un buen libro sobre pesca
o sobre cómo preparar rica la menestra.
¡Qué nervios, que Sant Jordi llega
y recibiré una rosa como una princesa!

La bella Ofelia sobre un río descansa.
De locura de amor murió la infortunada.
El príncipe Hamlet bien no la amaba.
Mas eso nunca ocurrirá en esta casa
que por siempre te trataré como hada.

De Peter Pan estaba enamorada
la niña Wendy muy ruborizada,
pero Campanilla se adelantaba.
En San Jorge mas en Salamanca
regalarete una obra fabricada
preciosamente a color ilustrada
del libro de Barrie a mi amada,
pues prefierelo a la rosa blanca.

“Dulcinea del Toboso”, don Quijote gritaba.
Y Sancho, como su escuedro, lo tranquilizaba.
“Que son molinos”, de continuo le espetaba.
De quimeras y sueños las obras llenas se hallan.
Pero bien puedo decir que lo que en el alma
yo siento mentira no es, sino pura brasa.

Los poetas, antes, musas tenían.
La bella Beatriz fue la de Dante;
Calíope, de la griega épica poesía,
mas yo a ti considero, veraz amante.

Mnemósine engendró de Zeus el fuerte
nueve poderosas hijas, como Euterpe,
la musa de la música y del clarinete.
Erato hacía lo propio con el estilete.
Infundía a los poetas bellos membretes,
declarando su amor encendido, como este:
“Te quiero -atenta- más que a mi bonete”.

Que por mayo era, decía Bécquer, el poeta.
Que en primavera fue, te dice el de Morera,
cuando os conocí -tiemblo- cerca de la palmera.
A mi enamorada, que permanece igual de bella,
le escribo dulcemente desde esta alta azotea.

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